Thursday, April 17, 2014

Apoyeque Volcano



Sismos y erupciones volcánicas plinianas
(Read the same article in English, below Spanish version)


El futuro de la población de Managua siempre estará amenazada por los sismos y posibles erupciones volcánicas. Las oraciones de los creyentes, los buenos deseos o ilusiones no evitarán dichos fenómenos que han existido desde que la tierra comenzó a formarse. 

 

De hecho, nuestro territorio existe como consecuencia de la actividad volcánica durante millones de años. Los volcanes más viejos y ahora inactivos se encuentran en el norte de Nicaragua, Jinotega, Nueva Segovia. El Pacifico de Nicaragua se ha estado formando en los últimos miles de años. Por esas razones, los tomadores de decisiones deben pensar en trasladar la capital al norte de Nicaragua, para evitar catástrofes como las provocadas en la ciudad de Pompeya, sepultada por el volcán Vesubio.

 

La mayor amenaza de Managua siempre ha sido el Apoyeque, clasificado como volcán pliniano. Con la erupción este volcán, inmediatamente se contaminarían las aguas y tendríamos que salir de la capital. Si los científicos de otros países traen instrumentos modernos, éstos podrán determinar con bastante precisión una inminente erupción. 

 

Por otro lado, de no continuar los temblores, en unos meses olvidaremos el enjambre de sismos, pero la amenaza latente no desaparecerá. Esto es como los genes humanos que determinan nuestras enfermedades crónicas. Por supuesto este artículo no trata de causar pánico, sino más bien señala las violentas erupciones plinianas que producen flujos piroclásticos, las cuales causan gran destrucción a las especies vivas. Estas explosiones se pueden escuchar a cientos de kilómetros de distancia.

 

Las explosiones plinianas son violentas porque el magma se acumula por cientos de años en la base interna inferior o cámara magmática, esta acumulación causa una presión increíble que se libera con una erupción lateral o vertical. 

 

La explosión volcánica provoca columnas de gases calientes, piedra pómez, arena y bloques que se proyectan al cielo y luego caen por gravedad a decenas de kilómetros de distancia. En una ocasión, leí que la tierra en la ciudad de Managua tiene en uno de sus estratos, casi dos metros de arena proveniente de una de las erupciones del volcán Masaya.

 

No todas las explosiones tienen la misma potencia, pero las mismas pueden medirse en términos de explosiones nucleares. El peor escenario sucedió en el Monte Santa Helena en el Pacífico de EE.UU. que tuvo una violenta erupción en el mes mayo de 1980. Recuerdo las imágenes en la televisión y la destrucción causada en sus alrededores. Posteriormente, se determinó que la mayor explosión del volcán Santa Helena ocurrió hace más de 3 mil años, cuando arrojó una gran cantidad de material poroso o arena que cubrió una gran extensión de superficie.

 

Cada volcán tiene su propia historia; anteriormente se creía que el patrón de conducta de los volcanes se podía generalizar y que las erupciones solo ocurrían en cientos o miles de años. No obstante solo unos cuantos años más tarde, los conocimientos adquiridos en la erupción del Volcán Santa Helena ayudaron a evacuar y salvar miles de vidas en la Isla de Monserrat en 1995, ya que el volcán Soufriere terminó sepultando gran parte de la capital en 1997 de esa isla. 

 

No hay duda que los científicos han adquirido conocimientos e instrumentos que pueden predecir con gran precisión erupciones volcánicas, ya que los volcanes a punto de hacer erupción presentan ciertas características, por ejemplo, enjambres de temblores, desprendimientos de tierra o hundimientos, cambios en el relieve de la tierra o el volcán, cambios en el espectro de la luz, cambios en la composición del agua, presión y temperatura en el terreno que pueden medirse con instrumentos, etc.

 

Espero que los científicos que han venido junto con los que viven en el país puedan determinar, si es necesario evacuar ordenadamente a la población en la cercanías del volcán. Asimismo, hay que pensar en mantener reservas de agua en otros lugares para proveer a la población en caso de tener que experimentar la erupción del volcán. 

 

El pueblo está a la espera de lo que dirán los expertos. Finalmente, hay que tomar las medidas necesarias para que tengan efecto a mediano o largo plazo y así salvar a gran parte de la población del departamento de Managua. 

Como se puede verse en la foto que tomé de Google Earth. Parece que originalmente el volcán formó toda la peninsula.

  Escritor y científico           rolando2@fulbrightmail.org                    

 nicaraguanbooks.blogspot.com

 

 Quakes and Plinian Eruptions 

 By Rolando E. Tellez

The people in Managua will always have quakes, earthquakes and possible volcanic eruptions. Praying and wishful thinking will not keep such events from occurring. Volcanic eruptions have shaped the relief of our planet, and Nicaragua is the result of volcanic activity during millions of years. The oldest and now extinct volcanoes are in northern region of Nicaragua, that is, Jinotega, Nueva Segovia provinces. 

The Pacific region of Nicaragua has been forming over the last few thousand years as a result of volcanic events and the movement of tectonic plates. Thus, decision makers should think about moving the capital city to the north of Nicaragua, in order to prevent a catastrophe like that of the city of Pompeii, buried by Vesuvius volcano. 

 

The biggest threat of Managua has always been Apoyeque, which is a plinian volcano. In case Apoyeque volcano erupted, water would become immediately polluted, and we would have to leave the capital city. If visiting scientists from other countries bring modern instruments, these will be able to determine with accuracy an imminent eruption.

On the hand, when seismic events do not take place any more, we will forget these tremors, but the latent threat will not disappear. This is like human genes that determine our chronic diseases. This article is not intended to cause panic, but rather describes in brief violent plinian eruptions with pyroclastic flows, which kill lot of species. The eruptions could be heard hundreds of kilometers away from the volcano.

Plinian eruptions are so violent because magma accumulates in magma chamber in the volcano; this accumulation causes an incredible pressure that is released through lateral or vertical eruptions. A volcanic explosion throws up columns of hot gases, pumice stone, sand, and blocks, which fall covering kilometers of surface. Once I read that the city of Managua is sitting on two meters of sand below the surface. This sand was thrown by a Masaya volcano eruption thousands of years ago.

Not all the explosions are the same, but they can be measured in terms of nuclear explosions. The worst-case scenario happened in Mount St Helens in the Pacific Northwest of the US: this was a violent eruption in May 1980. I remember TV images and the destruction caused in its surroundings. Later, it was determined than the biggest explosion of such volcano happened more than 3 thousand years, when it threw a lot of porous material that covered a great extension of surface.

Each volcano has its own history: generalizations cannot be made about volcanoes and eruptions do not happen in hundreds or thousands of years. Recently, knowledge gained in St. Helens' eruption helped to evacuate and save thousands of lives on Monserrat's Island in 1995. Later in 1997, Soufriere volcano destroyed most of the capital city on such island. 

Undoubtedly, scientists have gained knowledge and acquired instruments that can predict with certainty volcanic eruptions; volcanoes about to erupt show certain characteristics, for example, frequent quakes for days and weeks, landslides or land subsidence—relief around the volcano, changes in the light spectrum, changes in the composition of water, pressure and temperature, all of this can be measured by instruments, etc.


I hope visiting scientists have brought such instruments so that they can determine whether it necessary to evacuate the people living near Apoyeque volcano. Likewise, we have to think about keeping reserves of water in other places to give it to the population in case there is an eruption. Scientists have the last word, and people are waiting for answers. In conclusion, we have to take the required short and long-term measures in order to save many people in the province of Managua, Nicaragua.

 Nicaraguan Writer